Voy a tener gemelos y tengo pánico a la cesárea

Por: Equipo de Embarazo Gemelar | 2022-05-09 12:45:16

Si estás viviendo un embarazo gemelar y te aterra la idea de que tu parto sea por cesárea, tienes que leer esto.

Probablemente las dos cosas que más atormentan a una embarazada de gemelos son estas dos:

  • El parto prematuro
  • La cesárea

Del primero hablaremos otro día, hoy vamos a centrarnos en la segunda.

NO QUIERO QUE ME HAGAN UNA CESÁREA EN MI EMBARAZO GEMELAR

A menudo nos escribís y, literalmente, nos decís que os da pánico la cesárea. No vamos a entrar a explicar la incidencia de este tipo de partos en el caso de gemelos porque ya Raquel lo abordó en esta otra entrada 

Este post de hoy pretende ser una guía para mamás de gemelos que no quieren por nada del mundo que les practiquen una cesárea. Y lo vamos a dividir en dos partes, para que leas aquella etapa en la que tú te encuentres. 

Esperamos que nuestras palabras te lleguen y, sobre todo, te reconforten.

 

SI ESTÁS AHORA MISMO EMBARAZADA DE GEMELOS Y NO QUIERES UNA CESÁREA

Lo primero de todo que nos gustaría transmitirte, y que aplica para todo lo relacionado con la maternidad (en realidad, de la vida) es que muy pocas cosas están bajo tu control. 

Por salud mental, en la maternidad, y en la vida, es conveniente ocuparse de lo que uno puede controlar (que es prácticamente nada) y afrontar de la manera más práctica posible aquello que no (casi todo, en realidad). El sufrimiento no entra en la esfera de lo práctico. La culpa, el remordimiento y la angustia que nos generan todas estos deseos frustrados, tampoco.

El día que realmente asimilas esto, es como si pasaras de pantalla en el videojuego de la maternidad. Ese día se te abre un mundo nuevo en el que vives más relajada (o menos estresada, más bien) y dejas fluir las cosas. Hay mamás a las que les toma unos meses interiorizarlo, a otras, años… y hay algunas que nunca lo logran (creo que en este último grupo, por una cuestión de pura supervivencia, no hay ninguna mamá gemelar).

Pues bien, puedes empezar a practicar la interiorización de esta entropía maternal ya desde el embarazo.

La forma en la que van a nacer tus niños se escapa por completo a tu control. Y por lo tanto, ¿merece la pena sufrir por ello y torturarse con la idea de una hipotética cesárea que no sabes si te van a hacer? Te adelanto la respuesta: NO.

Ya, ya sé que la teoría está muy bien y el papel todo lo aguanta. Porque por más que estés asintiendo mientras lees esto, el temor sigue ahí, y la palabra cesárea sigue provocándote urticaria. 

Pues bueno, pasemos de la teoría a la práctica., ¿Hay algo relativo al día de tu parto que puedes controlar? Sí. Puedes decidir en qué hospital vas a dar a luz a tus bebés. Opta por uno que sea abierto a los partos gemelares vaginales.

A partir de ahí, nada está en tu mano. Bueno sí… hay otra cosa sujeta a tu voluntad… Aunque es más difícil de llevar a la práctica. No te crees expectativas… Ni de lo maravilloso que sería tu parto vaginal, ni de lo horroroso de tu cesárea… Porque cuanto más altas sean las expectativas, mayor será la decepción si no las alcanzas.

 

Centrémonos en donde estábamos. La naturaleza es imprevisible, por lo que nadie puede vaticinar cómo será tu parto. Elige no sufrir. Piensa que todo lo que haga el personal sanitario que te atienda ese día, lo hará pensando en tu bien y en el de tus bebés (recuerda que has elegido tú el hospital en base al que más confianza te daba, así que eso: confía). Y que, sea como sea, será vuestro momento. Aunque no haya fuegos artificiales, aunque no haya flechazo con tus bebés, aunque te pasen todo tipo de calamidades. Atesora esos momentos aunque no sean nada pinterest…porque serán vuestros, únicos. Y, si los bebés están bien y tú estás bien, todo está bien. Nada más importa. 

Aun así, es posible que te toque aceptar que tu parto no fue como querías (muchos partos vaginales tampoco lo son), pero si no partes de la negación, la frustración o incluso la ira, el camino hasta lograr la aceptación será más corto.

Tómalo como el entrenamiento para tantas otras cosas de tu maternidad que no van a ser como esperabas… (y que, aún así, serán maravillosas…)

 

SI YA HAS DADO A LUZ A TUS GEMELOS Y TE HAN HECHO UNA CESÁREA

No vamos a romantizar esta intervención y decirte que “no pasa nada”. Bueno, un momento…. Lo primero y más importante que debes tener presente es que a los bebés sí que no les pasa nada. De hecho, si te practican una cesárea es, precisamente, para esto, para que estén bien y evitar males mayores. 

Sin embargo a ti, amiga, sí te pasa, y aquí es donde tenemos que trabajarnos un poco. Te pasa que no es lo que tú querías. Tus expectativas se hicieron añicos y ahora necesitas recoger todas las piezas y unirlas para tener el relato de tu parto (sí, es tu parto, has parido, no dejes que nadie te diga lo contario) y poder contárselo a tus hijos algún día, sin sentir una punzadita de pena cada vez que lo hagas.

Permítete sentir, llorar si lo necesitas, lamerte las heridas… Pero no te recrees en ese sufrimiento. Céntrate simplemente en aceptar

Es posible también que te tortures pensando que la recuperación te impide atender a tus hijos como te gustaría. Pero déjame decirte que no estás sola en esto. Ninguna madre, aunque sea de un solo bebé, debería estarlo. Pero cuando hay dos, es necesario un equipo para criarlos. Confía en el equipo que te rodea, empezando por tu pareja, que, aunque no ha gestado, les quiere tanto como tú. 

Y recuerda siempre que, por más importantes que las madres seamos, no somos imprescindibles. Si nos toca pasar unos días un poco fastidiadas, el papá y/u otros familiares también participan activamente en el cuidado de los bebés. Y los bebés estarán estupendamente atendidos y mimados. Y en menos de lo que crees estarás de arriba abajo con ellos, porteándolos, tirándote en el suelo a achucharles y haciendo lo que haga falta. ¿Qué son unos días frente a toda una vida de amor que tienes por delante?

 

CONCLUSIÓN

El dolor no se elige. El sufrimiento, sí. No puedes decidir que no te duela la cicatriz (física y emocionalmente) pero sí puedes optar por no padecer. Acepta tu dolor, lame tus heridas. El dolor pasará y las heridas cicatrizarán.

Y recuerda siempre, siempre, que tu parto, comoquiera que haya sido o vaya a ser, es especial porque es vuestro: tuyo y de tus hijos. Quizás te lleve un tiempo asimilarlo. Pero piensa que las cosas fueron como tenían que ser. Tus hijos no tenían ninguna expectativa al respecto, no están defraudados por el transcurrir de los acontecimientos. Ellos simplemente están encantados de haber aterrizado en tus brazos y felices de tenerte con ellos, dándoles todo el amor que has guardado durante tantos meses de espera. Los tres merecéis que ese día sea, con sus luces y sus sombras, MEMORABLE. Y, esto último, sí puedes decidir recordarlo así.

 

Equipo de Embarazo Gemelar (Embarazo Gemelar)

Somos Raquel (Matrona) y Ana (mamá de mellizos) y estamos aquí para acompañarte en tu embarazo gemelar. Nos apasiona ayudar a otras mamás a aprender, a solucionar dudas, a quitar miedos y a disfrutar de su embarazo y su postparto con más de un bebé.

Ver últimos posts